Durante la madrugada del 10 de junio de 2025, Rusia intensificó su ofensiva aérea contra Ucrania con un ataque masivo que incluyó más de 300 drones y misiles, impactando zonas residenciales de Kiev y una maternidad en Odesa. Al menos tres personas murieron y varios resultaron heridas, según informaron autoridades ucranianas.
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Campaña aéra de gran escala
En la noche del martes al miércoles, las fuerzas rusas desplegaron un amplio ataque compuesto por drones kamikaze – mayormente del tipo Shahed – y misiles balísticos y de crucero. Se estima un total de 315 drones y siete misiles lanzados contra diversas áreas de Ucrania, con Kiev y Odesa entre las principales ciudades afectadas.
Defensas ucranianas y balance preliminar
El ejército ucraniano interceptó alrededor de 277 a 284 drones, además de neutralizar todos los misiles lanzados . A pesar de esta reacción eficaz, al menos tres civiles murieron (dos en Odesa y uno en Kiev) y más de una decena resultaron heridos, según cifras preliminares.
Impacto y daños en infraestructuras civiles
En Kiev, los ataques provocaron incendios en edificios residenciales y activaron sirenas que hicieron que numerosos habitantes buscaran refugio en el metro y otros espacios subterráneos. En Odesa, la maternidad fue evacuada sin víctimas directas, pero sufrió daños estructurales significativos. Además, resultaron afectados centros de salud, estaciones de transporte y otras áreas civiles.
Reacción oficial y contexto estratégico
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, calificó estos bombardeos como uno de los más intensos en lo que va de guerra y urgió a la comunidad internacional a responder con sanciones y apoyo militar contundente. Las autoridades rusas alegan que el ataque fue una represalia a recientes incursiones ucranianas dentro del territorio ruso.
Por su parte, Defensa de Ucrania también anunció contraofensivas con drones lanzados hacia instalaciones rusas, tanto en Crimea como dentro de Rusia continental, incluyendo depósitos de combustible
Este ataque marca una nueva escalada en el uso de drones y misiles por parte de Rusia, con un evidente impacto en la población civil y sentando un precedente en la intensidad de las operaciones aéreas en Ucrania. La presión internacional es creciente, y el conflicto sigue sin visos de solución a corto plazo.
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